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Ubunto: Una ideología que une

Por: Shirley Ruíz

Es un viernes en la tarde, el frío indica que prontamente se acercan las heladas y nevadas de las montañas en el país de las mil colinas. Sí, te estoy hablando de Ruanda.

 La alta elevación de Ruanda crea un clima muy frío pero eso no excluye que en cada persona en su diario vivir se encarnen todas las cualidades cálidas a las que ellos y ellas aspiran y se esfuerzan cada día para tener dentro de la sociedad.

Se puede llegar a cualquier esquina, cafetería, restaurante o simplemente encontrarte de frente con cualquier persona y con toda libertad preguntar: ¡Hallo, ¿Qué significa Ubunto?!, y así, sin mayor esfuerzo te harán una lista de cualidades a las que cada día desde su infancia cada uno y una intentan vivir.

La compasión, generosidad, honestidad, magnanimidad, empatía, comprensión, perdón y solidaridad son solo algunas de las características que se pueden ilustrar dentro de la filosofía de Ubunto.

 En los grupos lingüísticos “bantús”. ubunto se define como la esencia de cada “persona o la identidad personal”. Pero la filosofía de “ubuntu/botho” enseña más ampliamente a lo largo y ancho de su territorio y en cada rincón de la región que Ubunto es la base de la ética comunitaria, del discurso identitario e incluso de una ideología panafricana en pleno desarrollo.

 Para cada persona, sin importar la edad, Ubunto encarna todas las cualidades humanas en las que les hace ocupar un sitio honorable en la sociedad y a la vez, les da la oportunidad para criticar y señalar fuertemente las doctrinas colonialistas basándose en su ideología humanista.

 Para entender y ampliar un poco más esta filosofía de vida, les voy a contar una historia:

Joe Mogodi, un hombre cuyos negocios iban viento en popa en Pietersburg en Sudáfrica, hizo gala de Ubuntu comprando 100 máquinas de coser durante una subasta, y las puso a disposición de los hombres y mujeres de la comunidad que estaban interesados en establecerse como sastres o como costureras, pero que no disponían del capital necesario. Honró su dignidad con un simple acuerdo verbal: le pagarían sus máquinas cuando hubiesen generado los beneficios suficientes para comenzar a reembolsar sin intereses.

Pero para que la filosofía de Ubunto se diera, antes tuvieron que enfrentar formas de vida  inhumanas, dolorosas y de opresión como personas. Desde 1858, la constitución de los “Bóers de Transvaal” ya se había pronunciado por la exclusión de cualquier forma de igualdad entre blancos y negros en el ámbito administrativo y religioso.

El argumento dominante fue que los trabajos forzados habían sido decretados por Dios como un privilegio divino que daba a la raza blanca autoridad sobre la raza negra y se dan discursos colonialistas para “civilizar” a las culturas no occidentales.

El colonialismo con sus discursos se impone con falsas doctrinas humanistas para nutrir un capitalismo racista.

Capitalismo racista: es una teoría según la cual la raza determina las opciones de una persona y las oportunidades que tiene en la vida, ya se trate de trabajo, de residencia, de la elección de un esposo o de una esposa, de las escuelas a que asiste, etc.

Esto hizo que se aprobaran muchas leyes en contra de los negros y así obstaculizar e impedir derechos y beneficios que como personas podían obtener.

Paul Kruger, presidente de la República Sudafricana de la época dijo: “Nuestra Constitución no quiere la igualdad. La igualdad es por otra parte contraria a la Biblia, ya que las clases sociales también fueron aplicadas por Dios”. Tiempo después escribió en sus memorias:

“(…) Allí donde sólo había un puñado de hombres blancos para imponer el orden a miles de negros, la severidad era indispensable. Hemos tenido que enseñarle al hombre negro que él venía en segundo lugar, que pertenecía a la clase inferior, buena para obedecer y aprender”. 

Y así, la religión y “La barrera del color” fueron parte de muchas leyes discriminatorias e injustas que restringieron los movimientos de los negros y los redujeron al estado de simples herramientas de producción argumentando que los trabajos forzados habían sido decretados por Dios como un privilegio divino que daba a la raza blanca autoridad sobre la raza negra.

Al caminar de los años El Estado colonial sudafricano se había basado en el darwinismo social, por lo que poco a poco empiezan a abrazar ideologías democráticas e independientes en un nuevo Estado y acá es donde nace e interviene la filosofía  ubuntu/botho.

Solidarity. Julia Benhard.

Les ilustro con otra historia:

“Un antropólogo visitó un poblado africano. Quiso conocer su cultura y averiguar cuáles eran sus valores fundamentales. Así que se le ocurrió un juego para los niños.

Puso una cesta llena de frutas cerca de un árbol.

Y les dijo lo siguiente:

– El primero que llegue al árbol, se quedará la cesta con fruta.

Pero cuando el hombre dio la señal para que empezara la carrera, ocurrió algo insólito: los niños se tomaron de la mano y comenzaron a correr juntos. Al llegar al mismo tiempo, pudieron disfrutar todos del premio.

Se sentaron y se repartieron las frutas.

El antropólogo les preguntó por qué habían hecho eso, cuando uno sólo podía haberse quedado con toda la cesta.

Uno de los niños respondió:

‘Ubuntu’.  ¿Cómo va a estar uno de nosotros feliz si el resto está triste?” 

“Ubuntu/botho” se impuso como una forma particular de humanismo africano, presente en ciertos aforismos bantús como motho ke motho ka batho babang o umuntu ngumuntu ngabantu: “Una persona es una persona a través de las otras personas”.

Otra forma de explicarlo sería decir que una persona encuentra su humanidad cuando se relaciona con los demás libremente sin una estructura opresiva sino más bien en abrazar en amor y cuido al otro-otra con el deseo de complementarse y realizarse cada uno con los dones que tienen para poseer un deseo incondicional de percibir lo único y diferente en cada uno: “Soy porque nosotros somos, y porque somos, soy”.

Tienen muy en claro que dentro de su subjetividad humana predomina el bien de la comunidad por encima del bien individual y que al estar la comunidad bien cada uno y una estará individualmente bien.

Una ideología que une.

United. Abbey Lossing.

Muchos temían, como es normal hoy en día donde lo nuevo asusta y se prefiere seguir con sistemas opresivos para ir a la “segura” y no aventurarse a otros caminos de inclusión y amor posibles, por lo que pensaban que la filosofía de ubunto iba a prohibir toda posibilidad de historicidad creativa, pero al contrario, ubunto aparece como una ideología en la historia política de Sudáfrica que trae armonía a una visión de un nuevo imaginario nacional tras vivir tantos años de opresión y ubunto se convierte en una virtud que abraza y trae esperanza a una nueva consciencia nacional que aporta y deshace las estructuras opresivas del pasado a favor de un sistema de valores fundado en principios de derecho y en la dignidad incondicional de la persona humana creando un nuevo sentimiento de identidad nacional.

Como en todo, hay personas que han criticado fuertemente esta ideología y la han puesto en un lugar de una ética inventada, incoherente y desprovista de historia, pero hay que recordar lo que alguien dijo: “las ideologías no preceden a la historia, nacen en respuesta a cuestiones que se plantean en una época determinada a fin de contrarrestar, corregir o erradicar una cierta mentalidad o una ideología anterior”.

“Ubunto” es todo un desafío que logra trascender una moral exclusiva y discriminatoria de una sociedad y sus prácticas para impulsar una necesidad de reconciliación, perdón, comprensión y unidad abrazando juntos y juntas un nuevo imaginario nacional con valores que dignifiquen la vida integral de las personas y los lleve a una crianza mutua para un buen vivir.

“Ubunto es toda una revolución de ternura que lleva a cada persona a beber de su espíritu mientras se van creando nuevos caminos solidarios y amorosos teniendo en claro que para sentir una verdadera pertenencia debemos reconocer la interconexión de la humanidad  porque: “Yo soy porque nosotros somos”.

Shirley Ruiz es costarricense. 

Es gastrónoma y artista plástica. 

En alguna ocasión fue pastora pentecostal y ahora vive una espiritualidad politeísta. 

Actualmente, en medio de la naturaleza y la siembra, se dedica a la escritura literaria y al arte objeto.

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